El doctor Eulogio Medina Jiménez director de la Unidad de Medicina Familiar número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Quintín, señaló que muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades virales menores y suele corresponder a infecciones respiratorias leves, de origen vírico, auto limitadas que evolucionan hacia la curación espontáneamente, en este caso los niños presentan fiebre, tos y mocos pero con buen estado general, aunque estén decaidos.

Destacó que siempre que un niño presente fiebre debe ser valorado por un médico, e inclusive en una sala de urgencias para descartar una enfermedad grave.

Medina Jiménez dijo que las situaciones de alarma son: niños de cualquier edad con temperatura por encima de 38° C., recién nacidos con fiebre o con baja temperatura (inferior a 35.5° C.), menor de tres meses con fiebre elevada sin causa aparente, niños menores de dos años con tendencia al sueño o dificultad para respirar, menores de cualquier edad con manchas rojas en la piel, si el niño no se puede despertar fácilmente, parece confundido, labios, lengua y uñas azules, rigidez en la nuca, se niega a mover brazos o piernas y si tiene convulsiones.

El director de la UMF 13 dijo que lo primero que se debe hacer es desarroparlos y ofrecerles agua o suero. Los niños pequeños toleran bien quedarse desnudos, los mayores no, por lo que se puede sustituir por ropa de verano. Un baño con agua tibia fresca durante 15 o 20 minutos lo puede ayudar o bien aplicarle paños fríos mojados en la frente, axilas, ingles, brazos y piernas, los que se deben cambiar periódicamente por otros mojados, además de administrarles fármacos indicados por un médico.

Del mismo modo indicó que es recomendable que los padres se familiaricen con alguno de estos fármacos de forma que puedan utilizarlos siempre que el médico autorice a ello, generalmente no ocurrirá daño cerebral a raíz de la fiebre, a menos que sea de mayor de 42° C y si no se somete a tratamiento.

Finalmente, el doctor Eulogio Medina Jiménez, destacó la importancia de estar al pendiente de los bebés y niños y no descuidarlos cuando presenten fiebre, la que se debe controlar desde un principio y en caso de no ceder, acudir inmediatamente al servicio de urgencias de su Unidad de Medicina Familiar para ser atendido por especialistas.