El eclipse total de Luna de esta madrugada es un fenómeno que se presenta cuando entre el Sol y la Luna se atraviesa la Tierra y esta posición de los cuerpos celestes permite que nuestro planeta proyecte su sombra hacia nuestro satélite sobre la faz de la Luna.
Esta proyección se ve como una sombra que la cubre gradualmente y en algunos casos produce un cambio cromático aparente de la Luna que se apreció a simple vista indica el Instituto de Astronomía de la UNAM en el micrositio que estableció con motivo de este evento astronómico.
En este se explica que todo tipo de sombra tiene 2 componentes: la penumbral y la umbral.
La penumbral es una sombra muy tenue, la umbral es la sombra más oscura que se genera.
En el caso de un eclipse de Luna, la penumbra se produce en la región donde el Sol no está completamente eclipsado por la Tierra (desde la Luna se vería como un eclipse parcial de Sol).
La umbral se genera cuando la Luna entra a la umbra de la Tierra, es decir a la zona donde el Sol es totalmente eclipsado por la Tierra visto desde la Luna.
Nuestro planeta proyecta las dos componentes de sombra, de esta forma, un eclipse de Luna puede ser de tipo penumbral únicamente, penumbral/umbral parcial (solo entra parte de la cara de la Luna en la umbra), o penumbral/umbral total (entra toda la cara de la Luna en la penumbra/umbra).
El eclipse del 15 de abril fue total y visible en todo México.
Lo interesante de un eclipse umbral total de Luna es observar el cambio de coloración de la cara de la Luna durante el máximo, de acuerdo a la escala
de Danjon, con valores que van del 1 al 5.
Uno, equivale a una cara de la Luna oscura, casi invisible; dos equivale a un color predominantemente gris o café; el valor de tres se atribuye cuando la cara de la Luna es de color rojo oscuro con un borde brillante; cuatro se le asigna cuando el color es rojo ladrillo y el borde es amarillo; el cinco corresponde a un color anaranjado o brillante rojo con un borde azulado.
La luna carmesí. Fotos Roberto Salazar Vargas