Omisiones, indolencia, burocratismo, y leyes que abonan a la impunidad es lo que sigue arrojando el caso de Estefanía donde tras su muerte, su familia revela, el intento por rescatarla y como la autoridad privilegió el derecho de la madre, a pesar de las evidencias del riesgo que corría la niña.
La patria potestad de la menor, estaba en manos de la madre, otorgada por el Juzgado de lo Familiar pese a que una de sus tías hermana de la mamá peleaba por quedársela luego que la niña le contara, que Connie las había golpeado a ella y a su mamá por lo cual fue denunciada a la Procuraduría de Justicia del Estado por violencia intrafamiliar y tenía una averiguación abierta.
El hermano de Estefanía, Francisco Roberto Davis recuerda, que su papá y su mamá se divorciaron en febrero del 2009, luego de la infidelidad de la madre, quien abandonó a su esposo y a sus dos hijos para irse a vivir con una mujer, Connie.
Erika Mayté, pese a que abandonó entonces a sus dos hijos a Francisco Javier y a Estefanía, logró al concretarse el divorcio, quedarse con la niña, algo que no pudo hacer con su hijo adolescente quien, ya no quiso saber nada de ella.
Su papá tras la separación se fue a La Paz por unos meses, afectado anímicamente por lo que había ocurrido y el impacto de la homosexualidad de su esposa, pero al regresar lo primero que hizo fue intentar recuperar a la niña.
Cuando el padre empezó a pelear la custodia de la pequeña, la madre fue clara, si seguía insistiendo lo acusaría de abuso sexual, de violación o lo que fuera necesario y lo cumplió.
Roberto, explica que toda la familia supo de la amenaza, por lo cual en el año 2011, cuando se presentó una denuncia penal en contra de su papá por el delito de violación nadie de la familia, lo creyó. Sin embargo, la autoridad sí lo creyó y aunque todo apuntaba a la pareja de su madre, la menor siguió en manos de ella y su pareja.
Agrega que poco antes de que se presentara la denuncia por abuso sexual contra el padre de Estefanía, la madre, separó a la niña totalmente de la familia, de sus tíos, abuelos, de todos los que podrían ayudarla.
Una de las hermanas de la madre, inició tiempo después un juicio para recuperar a la pequeña luego de una golpiza que Erika Mayté y Estefanía recibieran por parte de Connie, golpiza de la que dieron cuenta los vecinos y que requirió intervención policiaca. Sin embargo, no se le dio seguimiento, pese a la denuncia.
Según Francisco, él tenía 3 años y medio separado de su hermana y por otras personas llegó a saber de ella, pero su mamá no lo dejaba verla.
Siendo adolescente no podía pelear la custodia y ya como mayor de edad apoyaba a su familia para que se recuperara a Estefanía, y se le quitara a la mamá y a su pareja, pero la tenían separada de todos.
Según el hermano, la niña fue cambiada en numerosas ocasiones de escuela, y cuando la familia intentó acercarse de nuevo la madre, los amenazó con demandarlos por violación y secuestro.
La niña convivía con las amigas y amigos de su mamá y de Connie pero lejos de cualquier nexo familiar, hecho que la autoridad tampoco investigó.
Una de las razones que aseguran tuvo que ver con ésta indolencia fue el supuesto nexo familiar de Consuelo Sánchez Osuna, con el exgobernador de Baja California Guadalupe Osuna Millán, misma que presumen tuvo que ver en que no se investigara el tema, sin embargo no tienen la certeza de que esto sea cierto.
El caso, abundó el hermano de Estefanía, debe servir de algo, para que las autoridades revisen con cuidado antes de entregar a un niño, revisar y seguir el caso. Si lo hubieran hecho, si las autoridades, todas las que sí tenían contacto con el caso y con ella hubieran investigado, cruzado información, si hubieran hecho su trabajo, su hermanita estaría viva.
Francisco Roberto, observa los globos blancos que liberan en memoria de su hermanita.