A pesar de que en Ensenada el voto mayoritario no favoreció al actual Gobernador del Estado, nuestro público le concede el beneficio de la duda y, de forma optimista, apuesta por la esperanza de un periodo mejor que el protagonizado por José Guadalupe Osuna Millán.

La relación actual de los ensenadenses con los distintos niveles y órdenes de gobierno ofrece una oportunidad única para el Partido Acción Nacional.

En el caso del Gobierno Federal, el tema de la homologación del IVA tiene un costo político que Peña Nieto y compañía deberán resarcir de alguna manera, si esperan resultados positivos para los priístas en las próximas elecciones.

Localmente, el ayuntamiento priísta presidido por Enrique Pelayo logró desarrollar una fama pública que lo pone entre los peores y, como si se tratase de una película de suspenso, ha utilizado los últimos días de su gobierno para producir acciones que apuntalan esa animadversión popular.

Diputados y Senadores del PRI pasan por un momento inédito, pues la campaña de repudio por el tema de la homologación del IVA apenas comienza.

Con este escenario, donde el tricolor asumió el papel de el malo de la película, es precisamente el PAN quien puede capitalizar el momento y colocarse la capa del héroe.

La lógica indica que el próximo año debe ser el de la conquista: por un lado Gilberto Hirata apuntalado por el Gobierno Federal en una operación cicatriz y por otro, Kiko Vega con una oportunidad inmejorable al iniciar con el beneficio de la duda a su favor.