Ante la cercanía de los cambios de temperatura que regularmente se registran en la región aumenta la demanda de consultas en el Instituto Mexicano del Seguro Social para niños con cuadro de dermatitis atópica, advirtió la doctora Alicia Amarillas Villalvazo, médico dermatólogo del Hospital General Regional número 20 (HGR # 20) del IMSS en Tijuana.
Explicó que al bajar el termómetro se acentúan los síntomas de estas infecciones de la piel, las que, según cifras del propio IMSS, se ubican entre las 10 primeras causas de atención dermatológica.
Estos padecimientos son por demás comunes en menores de edad, por lo que una vez diagnosticados reciben tratamiento con medicamentos y medidas de higiene como el uso de jabón neutro y ropa de algodón, con el objetivo de evitar mayores molestias en la piel de los niños.
Comúnmente, 95% de los infantes con dermatitis atópica responden de manera positiva a las terapias habituales, por lo que estos padecimientos desaparecen en forma espontánea en la adolescencia.
Durante el primer año de vida, la enfermedad se presenta en 60% de los niños con erupciones en la cara, asociada con dermatitis seborréica en cuero cabelludo.
También se presentan ronchas y comezón atrás de las rodillas, en antebrazos, ingles, axilas y entre los dedos de manos y pies. La dermatólogo explicó que la dermatitis atópica también puede estar relacionada con pacientes con antecedentes de rinitis alérgica, asma bronquial, enfermedad de fiebre del heno o cuyos padres tienen diagnóstico de síndrome metabólico, diabetes o problemas de hipotiroidismo.
Como debe ser habitual en cualquier problema de salud, la especialista del HGR # 20 hizo un llamado a todos los padres de familia para acudir de inmediato a su Unidad de Medicina familiar en cuanto se presenten los primeros síntomas.
En el caso de esta enfermedad cuando el niño presente huellas de rascado, de costra o fisuras en la piel, para recibir atención adecuada y adoptar las medidas higiénicas necesarias para evitar recaídas o infecciones. Es importante destacar la necesidad de lubricar la piel constantemente con cremas neutras, sin perfumes o aromatizantes, usar jabones neutros, utilizar ropa cómoda de algodón y en el caso de bebés, cambiarles el pañal constantemente.