Olvidados, relegados, con salarios bajos, sin trajes especiales o decorosos, sin unidades en óptimas condiciones y sujetos a los vaivenes políticos, los bomberos de Ensenada son sin duda alguna el pato feo de la Administración Municipal.
Cada vez que se habla de recortes, en este sitio es donde se aplican, cada vez que se busca eliminar parte de la planta laboral, la vista de los administrativos se posa en este grupo, hace una década orgullo de la ciudad que llegó a operar de manera eficiente tres subestaciones y una estación central.
Sin embargo, la sujeción a los vaivenes políticos a los intereses mezquinos que quieren pintar las estaciones del color de su partido en lugar de invertirlo en equipo, ha hecho crisis y esto se nota cuando los bomberos deben atender un incendio y carecen de lo mas necesario.
Cuatro eventos consecutivos, el incendio del Barco Manzanillo, atracado en el Puerto, donde con mas ganas que equipos, con mas heroísmo que mangueras lograron controlarlo, pese a la carencia de bombas para extraer agua de mar.
La volcadura de un camión cuyo tanque de diesel no podía ser taponado porque se carecía de la pasta especial para hacerlo por falta de presupuesto.
El incendio en la Calle 10 y 20 de noviembre, la explosión de tanques de gas que hizo notorio la presencia de personal de bomberos sin las botas o sin el pantalón especial porque no se los han podido o querido comprar.
El último el incendio del baratillo donde la máquina descompuesta de la bomba desde hace mas de un año no ha sido reparada para que el agua tenga la fuerza suficiente para el combate y donde se quemó casi media manzana ,no porque los bomberos no hicieran su mejor esfuerzo sino que además de luchar contra el fuego tienen un enemigo permanente que no entiende el peligro que los acecha.
Es vergonzoso que mientras el personal de bomberos, realiza actos de heroísmo, de valentía y arriesgan sus propias vidas y salud por salvar las propiedades y vidas de otros; desde un escritorio alguien que nunca se ha tiznado la cara, se ha desmayado por causa del humo tóxico del fuego, o se ha quemado la piel mientras rescata un niño de una casa en llamas, decida que el equipo para hacerlo no es importante.
Es lastimoso también que el Director de Bomberos y Protección Civil de Ensenada se moleste con la gente de protección civil y les prohíba dar información a la prensa, porque el que debe salir en la tele o en los medios es él.
Es grave que actualmente hay para una ciudad de mas de 350 mil habitantes y mas de 150 colonias solamente cuatro, carros de bomberos distribuidos en Reforma, Centro, Valle Dorado y Maneadero.
De estas una apenas sirve porque su capacidad es limitada.
Es terrible que en la estación reforma haya una máquina y solamente seis bomberos por turno en la estación centro tres, en Valle Dorado tres y en Maneadero otras tres.
Es vergonzoso que sin recursos la administración municipal actual pretenda pintar las estaciones de bomberos de azul con blanco y quiera que este trabajo lo realicen los propios tragahumos.