La Secretaría de la Función Pública no puede desaparecer ya que de hacerlo sus funciones que son indispensables en el control de las operaciones del sector público tendrían que ser realizadas por alguien más.
El Subsecretario de Control y Auditoría de la Función Pública Rafael Morgan Díaz precisó que se trata de un tema complejo, porque hay infinidad de trámites que esta dependencia realiza por ley y antes de desaparecer la SPF, tendrían que resolver quien realizará lo que por ley hacen ellos.
Aclaró que no es tan simple como dárselo a otra dependencia como la Auditoría Superior de la Federación implicaría pasarle también todos los documentos que deben ser revisados por esta dependencia y el personal de la misma.
Entonces se desaparecería una oficina pero no al personal, ni los archivos.
El funcionario reconoció que uno de los problemas mas graves que enfrenta el país en materia de administración tiene que ver con la normatividad de las dependencias y que suman 18 mil, mismas que deberían ser revisadas ya que se trata de normas, municipales, estatales y federales que le toca verificar el cumplimiento a la SPF.
Es una cifra tan grande, que debido a ello la posibilidad de que los funcionarios incurran en alguna deliberadamente o por omisión es alta, y estas normas y que se cumplan son atribución de la SPF.
Son normas y reglas, que en una revisión que se hizo, se descubrió que tienen que ver en pocos casos con reglas de carácter general de parte de la federación, sino con reglas internas que al incumplirlas se puede incurrir en una responsabilidad.
El subsecretario de la Función Pública participó en Ensenada en la II Reunión de Contralores del Noroeste de México.