Fue muy rápido, unos cuantos segundos, pero suficientes para sacarlos del sueño y oir de nuevo el lijón de la unidad que escapaba aprisa, seguida casi de inmediato por una patrulla.

Pese a la curiosidad que provocó el sonido, los vecinos de los alrededores, prefirieron no salir, el sonido de balazos provoca temor, especialmente cuando lo que se ataca es una estación policiaca.

Los agentes, pese a la agresión no se amedrentaron incluso intentaron seguir al delincuente que pudo escapar, abandonando la unidad en una cañada- callejón, donde no se sabe aún si se escondió voluntariamente o en su huida no supo donde se metió.

De acuerdo a los testimonios de quienes estuvieron en el lugar, fue un solo hombre a bordo de un automóvil de color oscuro que portaba un arma larga automática.

El sujeto llegó hasta la delegación ubicada en la avenida Heriberto Jara y Articulo 27 de la Colonia Loma Linda a bordo de un auto negro, Toyota Cambry a las seis de la mañana.

Un policía limpiaba fuera una patrulla cuando arribó la unidad y empezaron los disparos por lo que el agente, se protegió, logrando salir ileso, mientras el agresor huía a bordo del vehículo sin placas.

Dos unidades fueron balaceadas una patrulla y el auto particular de un policía.

En pocos minutos empezaron a arribar a esta Estación Poniente decenas de patrullas de distintas corporaciones y militares para acordonar la estación e iniciar la búsqueda del agresor.

Éste logró escapar bajando por la calle principal que cruza estas colonias para entrar a la colonia vecina denominada Sexto Ayuntamiento donde abandonó el automóvil en un callejón.

Las hipótesis de los agentes apuntan a dos posibilidades, el trabajo realizado por la policía en esta zona, una de las más conflictivas de Ensenada años atrás, y actualmente una zona tranquila donde los malvivientes ven a los agentes como su principal amenaza.

La segunda, que forma parte de la venganza del grupo de “El Teo” por la captura de “El Pozolero” que busca a los agentes que estaban asignados a La Misión.

Aunque el atentado en contra de la estación fue a las seis de la mañana y muchos vecinos se dieron cuenta, la mayoría salió a curiosear hasta las ocho de la mañana cuando vieron suficientes patrullas y policías.

El hecho ya era de conocimiento público y muchos recibían llamadas de sus familiares para saber como estaban.

Para ellos la estación desde que se instaló ha sido un sinónimo de seguridad, pero, esta mañana, descubrieron que esta cercanía en la actualidad puede ser riesgosa.