El asunto no sería tan grave si no fuera porque es el presidente municipal;

el asunto no sería tan dramático si no estuviera de por medio el futuro de nuestra ciudad, y sería cómico si no fuera porque la investidura de un alcalde no deja de serlo por el comportamiento del que la lleva.

Hace unas semanas enumeraba la serie de absurdos que había cometido el munícipe y pensaba con esperanza que las cosas podrían cambiar para bien.

Lo cierto es que mientras mas pasan los días el asunto se torna peor y ni el Chapulín Colorado, Ni Superman, ni Batman ni los cuatros fantásticos vamos ni los Power Rangers dan señales de acudir en nuestra ayuda.

Resulta grave que los problemas crezcan de la manera que han crecido.,

Que las revanchas sigan a la orden del día y que el fascismo en las oficinas llegue a niveles que ni en su peor momento el PRI logró tener o quizá si, pero nunca fuera de control.

De los absurdos divertidos, pintar una raya roja frente al PRI y hacer la vía de dos sentidos una semana antes de las elecciones.

Eso se llaman en mi tierra ganas de fregar.

Andan ocupados cambiando los cajones de los estacionamientos y los sentidos a las vialidades pero no se han dado cuenta que la ciudad esta llena de baches; que cada vez la basura se acumula en mas sitios por falta de servicio y ni en cuenta.

Hicieron un bulevar en la Calle Miramar y cubrieron los camellones con asfalto en lugar de palmeras.. en serio, aunque le recuerden a Quintero, las palmeras son mas bonitas que el asfalto y el zacate también.

La crisis en las estaciones de bomberos es grave, la mas grave en la historia del puerto y todo lo que hace el alcalde es reclamar cuando se publica lo que sucede, si por el fuera nos compraba un bozal a todos incluyendo a los bomberos.

Al alcalde no le importa que haya incendios, que se pierda un patrimonio porque no sirvió una bomba o se muera una persona; le importa que se sepa.

El asunto del sindicato, fuera de control por sus propias provocaciones por revanchas partidistas que lejos de ayudar a la ciudad la han afectado porque en lugar de negociar y buscar el diálogo ha provocado la ira de los trabajadores.

Y mientras el alcalde se enreda en sus propias fobias, algunos de sus funcionarios siguen el juego de manera por demás tragicómica.

El asunto de los perros que buscaban droga en el Ayuntamiento, según el Secretario General Antonio García que si quería contar una mentira creíble, hubiera dicho que les iba a dar un reconocimiento o que recibirían el refuerzo de una vacuna contra el parvovirus.

Pero no, dicen cuando tienen rodeado el ayuntamiento y un día anterior hubo un enfrentamiento que los policías y los perros están en un operativo antidrogas... si como no y los periodistas le creyeron.

Cada día que pasa, el asunto empeora, como nunca el encono acecha en cada rincón el palacio municipal, como nunca cada cosa que diga un funcionario puede ser usado en su contra.

Las reuniones de emergencia, las llamadas a dar explicaciones por lo que dijo la prensa es cosa de todos los días y en esto de pedir explicaciones se olvida de darlas.

Un presidente municipal no es omnipoderoso, todopoderoso y omnipresente, vamos no es Dios aunque así lo crea y así se lo hagan creer algunos que alrededor le aseguran que el siempre tiene la razón.

Ocupa que alguien le explique de que se trata ser alcalde, que significa la palabra tolerancia, cual es la definición de diálogo, los principios de la democracia y sobre todo que entienda, que dentro de dos años y ocho meses, cuando por fin se vaya regresará a ser un ciudadano mas y a pagar una por una, todas las deudas pendientes.

Si no lo cree, pregúntele a Quintero, si es que la vida le pasa o no a uno la factura.